por Carl Richards
Desde 2006, la fabricación del penique estadounidense cuesta más de lo que vale. A pesar de ello, hasta ahora no se había hablado mucho del cese de su producción. Hace unas semanas, el Presidente Obama insinuó que podría haber llegado el momento de decir adiós al penique. Sus comentarios se produjeron tras la decisión de Canadá de dejar de producir su versión del penique.
Piénsalo un momento. Hace siete años que sabemos que producir el céntimo cuesta más de lo que vale, pero seguimos fabricándolo. Y creo que una de las razones principales fue esbozada por el presidente Obama: "Es una de esas cosas en las que la gente se apega emocionalmente a cómo han sido las cosas".
En cierto modo, tiene mucho sentido. Las decisiones sobre dinero (incluso sobre monedas) siguen siendo unas de las más difíciles de separar de la emoción. Sabemos muchas cosas, pero la emoción puede hacer que sea muy difícil actuar de acuerdo con esos conocimientos. Sabemos lo importante que es ahorrar para la jubilación, pero sentimos que falta mucho. Sabemos que deberíamos tener un plan financiero, pero sentimos que no sabemos por dónde empezar. Sabemos que tiene sentido diversificar, pero nos parece emocionante tener uno o dos valores "de moda".
Así que cuando eches un vistazo a tu vida financiera, ¿cuál es tu versión del céntimo? ¿A qué te estás aferrando o qué estás evitando por emoción? ¿Qué sabes y por qué no actúas en consecuencia?
Esta es una conversación increíblemente difícil de mantener, ya sea contigo mismo o con tu cónyuge, porque puede dejar al descubierto algunas cosas incómodas. Puede revelar que nos hemos convencido a nosotros mismos de que lo que sentimos ha triunfado sobre lo que sabemos. Y no conozco a nadie a quien le guste descubrir que estaba equivocado.
La próxima vez que te enfrentes a una decisión financiera, quiero que pienses en el céntimo. ¿La decisión te cuesta más de lo que vale el resultado, o simplemente te hace sentir bien?
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