por Karen McMahon
Si pudieras diseñar tu vida ideal, ¿cómo sería? La mayoría de la gente no lo sabe. Estamos tan programados para pensar en lo que no queremos, en lo que no podríamos permitirnos, en lo que no podemos tener, en lo que no funcionará... que rara vez nos damos el regalo de soñar con nuestros verdaderos deseos, ¡obstáculos aparte!
Pídale a un niño que le cuente sus sueños y enseguida empezará a divagar sobre lo que quiere, quién quiere ser y todo tipo de detalles sobre sus deseos. Aún no han aprendido a dejarse sofocar por los posibles obstáculos. No actúan desde un lugar de miedo e incredulidad en sí mismos, sino que abrazan las posibilidades que el mundo les ofrece. Nosotros, como adultos, nos encerramos en una caja cada vez que nos negamos la oportunidad de aprovechar nuestros deseos más profundos y permitirnos manifestarlos en nuestras vidas. Quizá necesitemos ser más niños.
Así que, volviendo a tu vida ideal... ¿Cómo empiezas el apasionante proceso de crear tu nueva vida? ¿Qué área de tu vida deseas recrear: relaciones, carrera, finanzas, estilo de vida, salud física o emocional, desarrollo personal o una conexión espiritual más profunda?
Empieza haciéndote preguntas clave. Si pudiera tener "X", ¿cómo sería para mí? Si se trata de una relación que desea con sus hijos, su familia o una nueva pareja, describa el ideal. Haga una lista de los atributos de la relación, las interacciones que desearía y los detalles de lo que podría surgir de esa relación.
Si se trata de una nueva carrera o de la posibilidad de ganar más dinero, ¿qué te parece? ¿Qué es lo que más te gusta hacer y qué dones, talentos y habilidades tienes para ofrecer al mundo? Si pudieras crear tu trabajo perfecto, ¿qué harías? ¿Cómo sería tu día desde que te despiertas hasta que vuelves a poner la cabeza en la almohada?
Quizá quieras vivir en un lugar diferente o de una manera diferente. Describa su situación vital ideal. ¿Dónde te imaginas viviendo, qué aspecto tiene la casa, dónde está situada, cuántas habitaciones, cuál es el plano, describe el terreno, qué tiene que la hace encajar con lo que eres? ¿Qué más es importante en tu situación vital?
Si no hubiera obstáculos, ni limitaciones de tiempo, ni problemas de dinero, ni nada que se interpusiera en tu camino, ¿cómo sería tu nueva vida?
Tómate tu tiempo para imaginar todos los detalles. Utiliza todos tus sentidos. Huele el café al empezar el día, las flores del jardín en el que te sientas o trabajas, la brisa fresca que hueles desde tu porche o mientras montas a caballo o navegas en alta mar. Siente el flujo de tu día, la comodidad de tu salón, el aprecio de tu oficina; o la emoción o la pasión en tu trabajo o la sensación de estar en una relación sana. Toca tu sillón favorito, la tierra de tu jardín, la mano de tu pareja, la crin del caballo. Observa los detalles... tu cuerpo sano, los atributos de tu nueva relación con tus hijos, amigos, pareja; las particularidades de tu nuevo trabajo y qué talentos y energía le aportas.
Si estás pasando por un divorcio y sufriendo la pérdida de tu matrimonio, pregúntate qué quieres en una relación comprometida. ¿Cómo cambiarías para ser una pareja mejor y más sana? ¿Qué buscarías en una pareja? ¿Cómo han cambiado tus prioridades después de lo que ha pasado en tu matrimonio? ¿Qué has aprendido y cómo podrías aplicar esas lecciones en tu próxima relación?
Al hacer este ejercicio, es natural que asomen sus feas cabezas todas las cosas negativas; todo lo que no puedes, no podías, no querías, no deberías, no quieres y no haces. Fíjate en qué son y cómo te hacen sentir y, por el momento, déjalos a un lado. Primero debes saber cuáles son tus aspiraciones, dejando a un lado todos los posibles obstáculos, para poder averiguar cómo alcanzarlas.
Ahora empieza a crear un plan. La clave está en ir poco a poco.
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Aclare sus deseos. ¿Qué conciencia ha aflorado? Si eres escritor, escribe sobre ello; artista, dibújalo; extravertido, habla con un amigo o un ser querido para procesarlo. Sea cual sea tu forma de ser, dibuja ese sueño con todos los detalles que puedas.
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Desafía tus miedos. ¿Qué miedos y obstáculos te surgen? Escríbelos y desafíalos. ¿Hasta qué punto son ciertos? Trata de ver tu situación desde otro prisma, cambia de perspectiva. ¿Es cierto que no puedes alcanzar tu objetivo? ¿Cuál es otra forma posible de ver la situación? Ordena tus miedos de mayor a menor y empieza a cuestionarlos de menor a mayor.
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Actúa. ¿Cuál es el paso de bebé que puedes dar en la dirección de tu sueño? Un pequeño paso es exactamente eso... un paso muy pequeño. Puede consistir en meditar sobre el sueño, escribir sobre tus deseos, investigar algún pequeño dato que te ayude a orientarte, hacer una llamada telefónica, comprar un libro sobre el tema. Da un pequeño paso de bebé hacia tu sueño y observa cómo se desarrolla, paso a paso.
¡Enhorabuena! Has iniciado un viaje a través del cual crearás una vida que te llene. Créalo. Acéptalo. Observa cómo se desarrolla, paso a paso.