¿Habló Chelsea antes de caminar?

por Susan Hirshman

Aunque hayas estado ocupado viendo "Jersey Shore" o inmerso en la lectura playera imprescindible de esta temporada, ya sabes que Chelsea Clinton se casó el pasado mes de julio. Se casó con Mark Mezvinsky, que tiene una exitosa carrera en Wall Street.

Lo hemos oído todo sobre el vestido, el maquillaje, la comida y los invitados, pero no hemos oído nada sobre uno de los aspectos más importantes de cualquier boda: el dinero. Me gustaría saber si hablaron antes de casarse. Con "la charla" me refiero a cómo se va a gestionar su patrimonio.

¿Lo mío es mío y lo tuyo es tuyo? ¿O van a mezclar sus bienes? O tal vez encuentren un punto intermedio: un enfoque de "lo tuyo, lo mío y lo nuestro".

¿Cuál cree que es la respuesta correcta? Bueno, es una pregunta con trampa, porque no hay una respuesta correcta. La respuesta correcta es la que mejor se adapte a la relación, la dinámica familiar y la situación financiera. En realidad, esto se puede resumir en dos palabras: poder y control.

¿Cuánto control de tus bienes estás dispuesto a ceder? ¿Ninguno? ¿A todos? ¿Algo? Por ejemplo, si pones tu dinero en una cuenta corriente conjunta estás renunciando a mucho control. ¿Por qué? Porque una vez que pones los bienes a nombre conjunto ambos tenéis derechos sobre ellos; lo que significa que tu cónyuge puede, sin que tú lo sepas o estés presente, retirar todo el dinero de la cuenta corriente y utilizarlo como quiera. Así que analicemos brevemente los tres factores mencionados: relación, familia y situación financiera, y preguntémonos cómo afectan a nuestra necesidad de cierto grado de control.

Primero: Relación. ¿Cuál ha sido vuestra historia? ¿Sois luchadores o amantes? ¿Serán siempre así? Odio ser Debbie Downer, pero todos conocemos las estadísticas: el 50% de los matrimonios acaban en divorcio. Entonces, ¿quieres que todo tu dinero esté mezclado o quieres tener una cuenta conjunta junto con tu propia cuenta privada?

Siguiente: Dinámica familiar. ¿Hay hijos tuyos, míos y nuestros? ¿No es él tu primer marido (o no eres tú su primera mujer?). Si mezclas todos tus bienes y hay familias separadas, suele causar grandes conflictos entre una parte y otra. Por ejemplo, si tus hijos piensan que tu nuevo marido se está gastando su herencia, la situación no suele ser muy agradable.

Por último, pero no por ello menos importante, está su situación financiera. ¿Es uno de los cónyuges más rico que el otro? ¿Un cónyuge gasta más que el otro? Si trabajan, ¿seguirán haciéndolo después de casarse y empezar a tener hijos?

La conclusión es la siguiente: el único que puede decidir lo que es correcto para usted es....well usted. Es tu dinero y tu futuro.