Por: Lisa Zeiderman
Según la CNBC, aproximadamente 10 millones de estadounidenses solicitaron el paro en las dos últimas semanas. Para los inquilinos, la ley CARES ACT y muchos estados y ciudades han prohibido los desahucios durante el COVID-19. Nueva York, por ejemplo, tiene una prohibición de desahucio de 90 días. Aunque la prohibición de desahucio es útil, la idea de no poder pagar el alquiler puede parecer insoportable.
Para aquellos de ustedes que prevean o estén ya luchando por pagar su alquiler mensual, he aquí algunas sugerencias:
1. Asegúrate de que te comunicas con tu casero y de que eres transparente y honesto sobre tus problemas económicos.
2. Si te han despedido o te encuentras en paro, asegúrate de que tienes pruebas de tu situación de desempleo para facilitarlas al casero. Es probable que el casero le pida documentación, esté preparado para proporcionar esta información. También es posible que el casero le pida un estado financiero.
3. Si necesita ayuda para elaborar un estado financiero con este fin o para un préstamo, puede ponerse en contacto con el Línea de ayuda Savvy Ladies Consulta primero con tu casero, puede que tenga un proceso de solicitud.
4. Pregunta al casero si estaría de acuerdo en que pagaras una parte del alquiler y aplazaras el resto. Algunos propietarios colaborarán contigo si propones pagar ahora una cantidad razonable para el alquiler y propones también un plan para pagar el resto.
5. Pregunte al propietario si puede utilizar parte del dinero de la fianza para pagar el alquiler de uno o dos meses, si es posible con un acuerdo para reponer el dinero de la fianza en un plazo determinado.
6. Si no consigues llegar a un acuerdo con el casero, debes consultar al Sitio web del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano para ver qué ayudas gubernamentales se ofrecen. Puede llamar al 211 (para obtener ayuda en Nueva York), así como ver qué otros programas financieros se ofrecen a través de Caridades Católicas, el Ejército de Salvación local y otras organizaciones benéficas de su zona.
Sobre todo, intenta que no cunda el pánico y no te escondas del problema. La comunicación es la clave.