por Stacy Francis, CFP®, CDFA
Hoy he oído en la radio que el cliente medio de Starbucks gasta cerca de $6 por visita, 18 veces al mes. Eso suma la friolera de $1.296 al año, que de otro modo podría haber invertido. No se trata de despotricar contra Starbucks (soy un gran fan), sino de hacerles ver que los pequeños gastos realmente suman. En las áreas metropolitanas de Estados Unidos, no es raro que un almuerzo cueste más de $10 por persona, sin incluir impuestos ni propinas. Cinco comidas a la semana a ese precio suponen más de $50 a la semana, o más de $2.600 al año.
Si se toma en serio su futuro financiero -especialmente si aspira a la independencia económica-, sus pequeños gastos constituyen un excelente punto de partida. Si tu objetivo es ahorrar otros $3.000 al año, lo más probable es que puedas conseguirlo fácilmente llevando tu propio almuerzo o preparándote el café de la mañana. O puedes comprometerte y recortar en lugar de excluir (de todos modos, suele ser lo mejor, ya que la abstinencia no suele provocar más que antojos). Cuando te haces cargo de tus finanzas y tu futuro, puedes adaptar tu vida en consecuencia y descubrir que tienes todo tipo de espacio en tu presupuesto que nunca habrías imaginado.
Así que lleva una hoja de cálculo, o un cuaderno, o una lista en tu iPhone, lo que te venga bien, y anota todas las compras que hagas durante el mes siguiente, por pequeñas que sean. No excluyas nada, ni siquiera el aparcamiento, la gasolina y otras cosas que apenas te planteas gastar. Te sorprenderás de todo lo que puedes recortar.