Cómo no arruinarse manteniendo a hijos adultos

por David Ragland

Has trabajado duro, has ahorrado, has reducido el tamaño y por fin el nido está vacío. La vida va bien. Pero entonces uno de tus hijos pierde su trabajo. O empieza a endeudarse más. O decide enviar a tu nieto a un colegio privado que no puede pagar.
¿Y ahora qué hace? ¿Es tu única opción recurrir a la jubilación para mantener a un hijo adulto? ¿Cómo gestionas los sentimientos de culpa y obligación frente a tus propias necesidades?

La realidad de su jubilación

Una vez que el nido está vacío, los niños están fuera de la nómina, ¿verdad? ¿O sólo en teoría? Porque su jubilación puede depender de ello, sepa que nunca es demasiado tarde para hablar de dinero con sus hijos. Incluso si ese "hijo" se acerca a la mediana edad.
Esto es especialmente cierto porque durante sus últimos diez años en la fuerza laboral es cuando más probablemente alcanzará su máximo potencial de creación de riqueza y acumulará una parte significativa de lo que necesita para la jubilación. Es el momento de invertir más en su 401K, reducir gastos y centrarse realmente en alcanzar sus objetivos de jubilación. Seguro que habrá gastos inesperados, pero los gastos continuos inesperados de sus hijos no deberían ser uno de ellos.

Forme su equipo de apoyo financiero

Pero lo sé. Amas a tus hijos. Has hecho sacrificios por ellos desde que nacieron. Cambiar la dinámica puede ser difícil cuando los hijos se hacen adultos y su situación económica sigue siendo inestable.
"Pueden ser situaciones realmente difíciles", afirma Wendy Dickinson, doctora y psicóloga licenciada en Asesoramiento GROW en Atlanta. "Cuando tenemos padres que están en crisis por el fracaso de un joven adulto, o un hijo adulto en crisis de salud, o quizá un hijo adulto que se enfrenta a una adicción que se convierte en un pozo de dinero sin fondo, una de las primeras cosas que hacemos es una evaluación exhaustiva. Tenemos que determinar 1) cuál es el objetivo 2) con qué no podrían vivir los padres y 3) hasta qué punto los padres están dispuestos a aprender a poner límites".
Dickinson afirma que fijar un objetivo es sumamente importante porque guiará el resto del proceso:

• ¿Quiere la unidad de padres exigir al joven adulto que sea responsable de sus decisiones?

• ¿Quieren apoyarles económicamente de forma adecuada en un momento difícil?

• ¿Quieren cubrir algunas de sus necesidades pero no todas?

La comunicación clara y la disposición de los padres a mostrarse abiertos y vulnerables sobre lo que sienten y lo que necesitan son esenciales en el proceso de fijación de objetivos.
"Siempre dedico algún tiempo a hablar con los padres sobre aquello con lo que NO podrían vivir: es realmente útil para establecer un umbral de comportamiento. Por ejemplo, ¿podrían vivir sin que sus nietos pasaran hambre? ¿O que sus hijos/nietos no reciban la atención médica que necesitan? A veces los padres dicen que no van a pagar nada, excepto asesoramiento ilimitado si su hijo/a está dispuesto a participar con el objetivo de mejorar. Me parece que suele haber excepciones a lo que los padres están dispuestos a pagar, y en el proceso de establecer límites es importante ser claro sobre estas excepciones por adelantado si es posible."
Por último, según Dickinson, la unidad parental debe aprender a establecer límites. Esto puede suponer un reto, porque lo más probable es que el establecimiento de límites haya sido difícil para estos padres durante sus años de crianza. "Se podría escribir mucho sobre el proceso de establecer límites, pero en lo que respecta al tema del dinero, creo que es importante ser claro, coherente y compasivo", dice Dickinson.
"La claridad y la coherencia están relacionadas con el proceso de fijación de objetivos y con aprender a mantener conversaciones difíciles sobre el dinero. La compasión es fundamental para separar el sentimiento del comportamiento. No pasa nada por empatizar con tu hijo aunque te mantengas firme en la ayuda económica. A menudo, los padres interpretan que "poner límites" significa que tienen que ser fríos, estoicos o desconectados. Más bien, tú, como padre, eres el mayor animador de tus hijos: tu aliento puede ser lo que les empuje a arriesgarse y a darse cuenta de que, con un poco de trabajo, son capaces de alcanzar la autonomía financiera."

Completando el equipo

Además de encontrar un asesor que pueda orientarle y recomendarle estrategias, también puede apoyarse en su planificador financiero, contable y/o abogado. Usted quiere un equipo que le cubra las espaldas, sobre todo a medida que envejece. Tienen que entender sus objetivos y sus retos -incluida la situación financiera de sus hijos- y estar ahí para ayudarle a marcar los límites. Puede que tengan que hacerse los malos, y no pasa nada.
También puede hablar con su planificador financiero sobre la posibilidad de incluir a su hijo adulto en una reunión para que pueda ver la realidad de su presupuesto, así como los beneficios de un plan financiero. Y a menos que realmente pueda permitírselo, no reparta una herencia antes de morir. Todos vivimos más años y los gastos asociados al envejecimiento siguen aumentando. Puede que necesites ese dinero.
Los retos familiares y económicos no son nada nuevo, pero sí lo es la forma de afrontarlos. La comunicación es la clave, al igual que encontrar el apoyo que necesitas para centrarte en lo que es mejor para tu situación. Y sepa que, independientemente de la edad de sus hijos, nunca es demasiado tarde.