por Stacy Francis, CFP®, CDFA
Desde principios de la década de 2000, nuestros amigos de Dalbar han realizado un estudio para determinar si las decisiones de inversión de los inversores influyen en su rentabilidad. Desgraciadamente, así es. A lo GRANDE. Al igual que en el estudio de todos los años hasta ahora, los resultados ilustran una gran diferencia entre lo que ganó el S&P 500 y el inversor medio en fondos de inversión de renta variable. Los resultados de los números de veinte años que terminan el 31/12/10:
S&P 500 - 9.14%
Inversor medio en fondos de inversión de renta variable - 3.27%
La codicia y el miedo suelen llevar a los inversores a tomar malas decisiones. En la burbuja tecnológica de finales de los noventa, los inversores invirtieron su dinero en valores tecnológicos para obtener ganancias fáciles y asumieron riesgos que deberían haber evitado. Todos sabemos lo que ocurrió poco después. La burbuja tecnológica estalló y el miedo nubló el juicio de los inversores en tecnología, que se deshicieron de estos valores como si fueran patatas calientes y algunos incluso evitaron tener acciones. Muchas personas siguen intentando recuperar las pérdidas sufridas y tienen la mayor parte de su dinero en cuentas de ahorro y similares.
El miedo y la codicia son emociones humanas naturales. Sin embargo, cuando se trata de inversiones estas emociones a menudo nos llevan a tomar decisiones que no nos benefician a largo plazo. Las decisiones de inversión deben tomarse con claridad y convicción. La mejor manera de hacerlo es crear un plan de inversión. Debe decidir por adelantado qué porcentaje de su dinero debe invertirse en acciones frente a bonos, y dentro de las acciones, cuánto en grandes empresas frente a pequeñas empresas y cuánto en acciones de crecimiento frente a acciones de valor. También debe asegurarse de invertir en internacional y las existencias nacionales.
Una vez que decida cómo repartir su dineroEn el caso de los planes de pensiones, nunca debe cambiar de plan a menos que cambien sus objetivos y vaya a necesitar el dinero en los próximos tres años. Ejemplos de un cambio de objetivo podrían ser la compra de una vivienda o que te estés acercando a la jubilación.
Muchos inversores se queman porque hacen una inversión y se olvidan de ella. Asegúrese de reequilibrar su cartera cada año. ¿Por qué debe hacerlo? Si espera tener un reparto de 40% bonos y 60% acciones en su cartera, necesita comprobar que tiene los mismos porcentajes. Es natural que las acciones crezcan más rápido que los bonos a largo plazo. Si no hace nada, lo más probable es que dentro de varios años tenga una sobreponderación en acciones.
Las conclusiones de Dalbar deberían inquietarnos y movilizarnos. Iniciar un plan de inversión y seguir así. Supervise sus inversiones de forma continua y no tenga miedo de pedir ayuda si la necesita.