En los dos últimos meses, me ha sorprendido el número de personas que han decidido que ahora es cuando van a empezar a ahorrar y, como consecuencia, me han buscado. Esta misma mañana me he reunido con tres. Por desgracia, por mucho que lo deseen, muchas personas se sienten desanimadas a la hora de ahorrar porque sus ingresos y/o sus carteras han bajado últimamente. La buena noticia es que ¡aún se puede ahorrar! Sigue estos sencillos pasos y, como sugiere el título, ¡ahorrar será más fácil de hacer que de decir!
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Establecer un objetivo. Como con cualquier compromiso, un objetivo claro y concreto (por ejemplo, el pago inicial de una vivienda o la jubilación a los 50) es el primer paso.
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Elige un número que puedas permitirte. Ahorrar es un poco como hacer dieta: si te esfuerzas demasiado, fracasarás. Si sólo puedes disponer de $50 al mes, hazte el propósito de ahorrar $50.
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Hacerlo automático. Ahorrar no sólo puede ser monótono, con todos los placeres a los que hay que renunciar, sino que también es fácil olvidarlo. Afortunadamente, hay una solución fácil. Configura una transferencia automática de tu cuenta corriente a tu cuenta de ahorro. Hecho.
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Aprovechar el dinero gratis. Si tu empresa te ofrece igualar las aportaciones a tu plan 401(k), ¡aprovéchalo! Es dinero gratis, y en el mejor de los lugares porque crecerá con impuestos diferidos durante años y años.
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Recupere fuerzas con recordatorios frecuentes. Se necesita mucha fuerza de voluntad para renunciar a los placeres del presente por una vida mejor en un futuro lejano, e inevitablemente habrá momentos en los que te sientas desanimado. Cuando esto ocurra, recupere la motivación revisando sus objetivos.