por Stacy Francis, CFP®, CDFA
Este fin de semana, mi familia y yo decidimos ir de picnic al parque. Así que llenamos una cesta con alimentos Dean & Deluca y nos dirigimos a Battery Park. Allí, el olor a hierba, el sol y la majestuosa belleza del horizonte a nuestras espaldas deberían haber sido una experiencia maravillosa... si no fuera porque a nuestro alrededor la gente expresaba su preocupación por el desmoronamiento de la economía y su impacto en su bienestar financiero. ¿Tengo un oído excepcional o algo así? No sé por qué los que nos rodeaban hablaban tan alto de sus problemas económicos. Un trabajador de la construcción dijo que hacía meses que su empresa no le pagaba puntualmente. Una madre primeriza empaquetaba la habitación del bebé preparándose para la ejecución hipotecaria que se avecinaba en el horizonte. Un inversor dijo que su médico se negó a recetarle más somníferos, pero en su lugar le aconsejó sacar su dinero de los mercados.
Incapaz de abandonar el tema, al llegar a casa me puse a investigar en Internet sobre los miedos financieros que existen hoy en día en Estados Unidos. Estos resultaron ser los más comunes:
- El aumento del coste de la vida. A casi dos tercios de los estadounidenses les preocupa que sus salarios no estén a la altura del aumento del coste de la vida, como los alimentos, la gasolina y los gastos médicos.
- Seguridad laboral/recesión. Más de un tercio teme perder su empleo. Casi nueve de cada diez están preocupados por la recesión, y dos tercios se inquietan por el futuro de sus inversiones en los tambaleantes mercados bursátiles.
- Las deudas. Las deudas de las tarjetas de crédito son las que más gente quitan el sueño, seguidas de los préstamos estudiantiles, las facturas médicas y las líneas de crédito hipotecario.
- La crisis de la vivienda. A algunos les preocupa verse obligados a ejecutar sus hipotecas, otros sospechan que las elevadas cuotas hipotecarias les obligarán a cambiar sus casas por otras menos bonitas. Otros se preocupan por las reparaciones y el mantenimiento que no pueden permitirse, y casi todos parecen preocuparse por la caída de los precios de la vivienda.
- El ahorro. Más de dos tercios de las personas de entre 31 y 50 años están preocupadas porque, o bien no tienen nada ahorrado para la jubilación, o bien no pueden permitirse ahorrar.
Por si sirve de algo, si le preocupan estas cosas, está claro que no está solo. Si has estado leyendo este blog con regularidad, también sabrás que hay pasos (muchos de ellos pequeños) que puedes dar para reducir estas preocupaciones y recuperar el control sobre tus finanzas.